Punción lumbar: significado cuanticualitativo para diagnóstico, evolución y pronóstico de neonatos con sospecha de meningitis bacteriana

Abstract

En el Recién Nacido (RN) los signos y síntomas de meningitis bacteriana son inespecíficos, similares a los encontrados en sepsis u otra entidad patológica grave. Si se retrasa la punción lumbar, debe tratarse al recién nacido como si tuviera meningitis. Aun cuando el estado clínico mejore, la presencia de células inflamatorias y niveles anormales de glucosa y proteínas en el líquido cefalorraquídeo días después del comienzo de la enfermedad pueden seguir sugiriendo el diagnóstico. Sin embargo, la manera de llegar al diagnóstico definitivo de la meningitis bacteriana neonatal es a través del examen del líquido cefalorraquídeo a través de una PL, que debe realizarse en cualquier recién nacido en quien se sospecha una sepsis o una meningitis. De hecho, repetir el análisis de líquido cefalorraquídeo ayuda a orientar la duración del tratamiento y predecir el pronóstico. Algunos especialistas consideran que una segunda punción lumbar a las 24 a 48 h en recién nacidos con meningitis por estreptococos del grupo B tiene valor pronóstico. La PL debe repetirse al final del tratamiento si la evolución del recién nacido es satisfactoria. Los hallazgos revelaron un predominio de madres entre 18 y 25 años (56,85%). 84,31 % de las madres cree que puede haber parálisis, 39,22% dolor en el sitio de la punción lumbar y 23,53% infección. Las madres asumieron las siguientes conductas: 78,43 % agresión, 1,96% negociación, 90,20% aceptación total a pesar de sus otras conductas. La emoción expresada con más frecuencia fue la tristeza, seguida por miedo y sorpresa. Los cambios físicos experimentados: 58,82% palpitaciones, llanto en el 45,10%.