Reflexión crítica deconstructiva sobre quiénes somos los venezolanos a través del humor, documentos referenciales y vida concreta en familia.

Abstract

La identidad del venezolano es un tema en el que existen visiones negativas sobre la forma en que nos comportamos. Partiendo de un Stand Comedy titulado “Diferencia entre turista e inmigrante” y considerando narraciones de las propias investigadoras sobre las máximas familiares de sus vidas, nos planteamos la intencionalidad de producir una reflexión crítica deconstructiva sobre quienes somos los venezolanos a través del humor, los documentos referenciales y la vida concreta en familia. Las bases teóricas de nuestra investigación son: la teoría socioantropológica de Alejandro Moreno (1986) y las teorías psicológicas de Oswaldo Romero García (1980-1981). El marco metodológico utilizado fue el hermenéutico dialéctico. El diseño consistió en la interpretación del stand comedy, el contraste con las teorías referenciales y a su vez, el contraste con las máximas familiares, buscando el significado que va del todo a las partes y viceversa, implementado el círculo hermenéutico de Dilthey (Martínez, 1996). En el proceso de interpretación emergieron seis bloques de sentido, que se fueron contrastando con lo expresado por los enfoques teóricos y a su vez puestos en perspectiva con las máximas familiares de las investigadoras, donde se encontró una disparidad entre la visión del venezolano que se evidencia en el chiste y la del venezolano concreto que se muestra en las máximas familiares. Las grandes comprensiones señalan que existe una crítica despectiva hacia nuestra identidad que se encuentra muy arraigada en nuestra sociedad y que, la forma en que la realidad social venezolana influye en nuestro comportamiento es ignorada por investigadores como Romero. Asimismo, la familia venezolana forma al hijo con valores humanos que le permiten desenvolverse dentro de la compleja estructura social en la que vive. Por último cabe señalar que los venezolanos somos personas concretas que vivimos y conformamos una sociedad, en este sentido, nuestra identidad va más allá de visiones ideologizadas, de burlas despectivas e incluso, de un objeto de estudio. El venezolano es una persona concreta, con sus aspiraciones particulares, que lucha cada día contra la complejidad de la estructura social en la que vive para alcanzar sus propias metas.